Horizontes
A veces siento que me tiraron al mar sin chaleco salvavidas, sin manual, sin entrenamiento y SIN BRÚJULA. Yo nado con todas mis fuerzas, con todas mis ganas, como puedo... y por momentos inevitablemente me acalambro, me asusto, me canso, temo, siento frío y desesperanza... Pero hay otros en que alcanzo alguna playita donde estoy a salvo y donde puedo reponer fuerzas. Respiro, me alimento, descanso. Que placer!! Pero sé que tengo que seguir y sigo. El mar a veces se torna difícil, con olas encrespadas enormes y frías y por más que me oponga me lleva donde él quiere, pero de tanto en tanto está calmo, me mece, me acaricia y entonces, por fin, yo puedo nadar hacia mis propios horizontes.
7 comentarios:
Así es la vida... nos lleva, a veces nos arrastra y a veces nos mece, como el mar...
Qué bueno cuando está en calma... eso quiere decir que hay paz en tu alma...
Ay, querida,
Qué tentaciones dan, a veces, de quedarse en las playas serenas y olvidar, olvidar a dónde ibas...
Un beso
Gracias a todos por sus mensajes.
Ilum, no sé si hay paz en mi alma, procuro que la haya...
Luis, brindo por los sueños y por encontrar muchas playas, puertos e islas que enriquezcan nuestra vida...
Eulalia, una alegría que hayas escrito porque había perdido tu blog. Concuerdo contigo, esas playas suelen ser peligrosamente tentadoras.
Y ¡a seguir nadando!
Tal vez, en esas condiciones de la travesía, conviniera tener el oido atento por si, alguna voz de alguien que supiera de esos viajes, nos indicara la ruta a seguir.
Un abrazo
Julio, es verdad...estoy prestando mucha atención a voces que provienen desde los sitios más dispares...de los blogs, de amigos, de libros, de profesionales...y con toda esa ayuda y mi brújula interior, creo que estoy encontrando el rumbo.
Un abrazo y gracias
A cierta edad te dejas mecer por las olas, incluso en aguas turbulentas, esperando esa playita o remanso de paz para descansar y volver a nadar lo mas despacio posible mirando hacia el ocaso.
Un abrazo
JuBI: de momento nado con todas mis fuerzas y trato de no pensar en el ocaso...
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